Después de casi una década de crecimiento constante, la deuda general de tarjetas de crédito en Colombia disminuyó en el 2020. Esta es la primera que disminuyó una categoría importante de deuda de consumo y es un giro sorprendente de los acontecimientos dado el entorno económico más amplio provocado por COVID-19.
Antes de 2020, la deuda de las tarjetas de crédito del consumidor había crecido durante varios años consecutivos, alcanzando cerca de 86,9 billones de pesos del 2019, la misma equivale a más del doble del presupuesto que le fue aprobado a Bogotá para el 2021 (23,9 billones de pesos). Los cierres de empresas y cierres obligatorios han atrofiado el gasto de los consumidores, lo que, junto con otros factores, pueden haber contribuido a la disminución de los saldos de las tarjetas de crédito, ante la crisis que presenta por la pandemia los colombianos han tenido que realizar todo tipo de trámites por internet, lo que para algunos no ha sido fácil.
Los miembros de las generaciones mayores redujeron su deuda a un ritmo más alto que los Colombianos más jóvenes en 2020. La generación silenciosa, que incluye a los Colombianos de 65 años o más, fue la que más disminuyó su deuda promedio con tarjetas de crédito, reduciéndose un 16% en 2020.
Debido a la coyuntura, los consumidores están cambiando sus hábitos de consumo para enfrentar mejor el impacto negativo en sus ingresos familiares, así como retrasando compras importantes. La mitad de los consumidores afectados por la pandemia indica que está reduciendo el gasto discrecional del hogar, mientras que un porcentaje significativo de consumidores dijo que estaba retrasando la compra de una casa (24%) y un automóvil (16%). Los estudios han demostrado que los nuevos usuarios de tarjetas de crédito pueden ser como niños en una tienda de golosinas. Puede que les lleve tiempo darse cuenta de que un crédito no es una licencia para gastar.
Sin embargo según los economistas dicen que esto es solo una buena señal: que la economía informal de Colombia se está volviendo más formal. Las transacciones en efectivo siempre han sido mucho más populares aquí, porque más del 50% de la población no gana suficiente dinero para pagar los gastos bancarios. Si la gente tiene alguna relación con el sistema bancario, es solo al nivel de una cuenta de ahorros y solo para que su empleador pueda transferir su saldo de pago, y no usan nada más. Entonces, el gran desafío para los bancos es que los colombianos comiencen de nuevo a aceptar cada vez más tarjetas de crédito y que las usen.
Otro factor que no se debe dejar de lado es el puntaje crediticio que es el resultado de su comportamiento crediticio, por eso, siempre mantenga al día sus obligaciones. Pagar tarde afecta negativamente su puntaje de crédito. Siempre es una buena idea utilizar los recursos y herramientas disponibles para usted como, por ejemplo, los débitos automáticos y los recordatorios para ayudarlo con el pago cumplido de sus obligaciones. Una buena planeación financiera también es fundamental, cabe resaltar que cualquier ciudadano podrá consultar sus reportes en las centrales de riesgos, como es el caso de Transunion de manera gratuita. El desafío para los consumidores es acostumbrarse a pagar la deuda de su tarjeta de crédito a tiempo. La agencia colombiana que supervisa los bancos también señaló que el número de cuentas vencidas creció un 8,37 por ciento.