El Ministerio de Defensa puso en marcha el inicio de la segunda fase del Plan de Intervención Especial para Bogotá, el cual cuenta con 360 soldados del Ejército Nacional que desarrollarán acciones coordinadas con la Policía en zonas específicas de la capital del país.
Las localidades de Bosa, Mártires, Kennedy y Ciudad Bolívar serán priorizadas en esta etapa, las cuales contaban con un pie de fuerza de 1.200 uniformadas del Ejército en la primera fase que se desarrolló durante 34 días.
Según la cartera de Defensa, esta acción coordinada entre Ejército y Policía está orientada a proteger a la población civil, brindar tranquilidad y actuar de manera eficaz frente a casos que alteren el orden público y la seguridad de los ciudadanos.
Sobre esto, la alcaldesa, Claudia López, ha sido enfática en que solo sería un apoyo temporal y que “no representa, de ningún modo, la militarización de la ciudad”, por lo que también tendrán horarios específicos para custodiar ciertas zonas.
Sin embargo, algunos sectores critican la estrategia porque argumentan que sería una militarización de Bogotá, pues la Policía Militar hace parte del Ejército, a pesar de las declaraciones de la alcaldesa, quien ha dicho que no está de acuerdo con la militarización.
Entre ellos las del concejal Diego Cancino, quien dijo que la “Policía Militar hace parte del Ejército y la Policía es un cuerpo civil, mezclar estas dos entidades es militarizar la vida civil. Nosotros en estos momentos necesitamos construir paz y para eso debería estar la Policía”.
Agrega que las funciones de la Policía no es hacer patrullajes, “profundicemos una Policía para la paz y no una Policía Militar que puede profundizar la violencia”.
Fuentes: La W y El Colombiano