Señor Presidente PETRO la corrupción en la salud de los docentes es una emergencia nacional

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La salud de los docentes, la base misma de nuestra educación y el futuro de nuestro país, está siendo subastada al mejor postor mientras más de 900 mil educadores quedan en el abandono.

Este es un llamado urgente a la acción porque lo que está en juego es nada menos que el bienestar de quienes forman a los Jóvenes de las generaciones futuras de Colombia.

Actualmente, y por varios años nos encontramos frente a un escenario desolador donde la corrupción campea impune.

Sucede que el Señor JORGE LUIS ROCHA PATERNINA respaldado por su cómplice ANTONIO JALLER se enriquece a costa de la salud de los docentes, junto al señor ABEL SEPULVEDA ante la vista injusta de la justicia colombiana, porque este hecho el magisterio lo viene denunciando y nadie ha hecho nada al respecto.

Rocha domina el mercado de la salud en Antioquia y Chocó, principales departamentos afectados por la corrupción de Fiduprevisora y el FOMAG, mientras que Jaller se hace cargo en Córdoba, Sucre y Bolívar, y Abel en Tolima y Huila. ¿El resultado? Un servicio deplorable, plagado de carencias y malas prestaciones.

El magisterio colombiano no puede seguir siendo víctima de esta red de corrupción de Jhon Mauricio Marín Barbosa, presidente de Fiduprevisora y menos de la avaricia de la señora Sandra Gómez Arias, quien durante su presidencia fue la persona que facilitó la conexión entre Rocha y Fomag, contribuyendo así al desfalco de recursos destinados a la salud de los docentes más grande de la historia del país.

La complicidad se extiende aún más, señor Presidente, PETRO ya que Marín Barbosa, entrega licitaciones a dedo a sus amigos es decir, los antes mencionados, alimentando un sistema de corrupción que nos deja desamparados.

Es hora de que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto. La Procuraduría y otros entes deben investigar a fondo la situación, sobre todo a la IPS de Rocha, conocida como Red Vital UT, la cual debe ser sometida a un escrutinio riguroso para asegurar que cumpla con los estándares de calidad y transparencia que nuestros docentes merecen.

Señor Presidente, este es un llamado a la justicia y a la protección de nuestros educadores. La salud de los docentes no puede ser moneda de cambio en un juego de intereses corruptos, y mucho menos la integridad y la dignidad de nuestra educación puede verse en un juego arreglado para que solo unos pocos sean los ganadores.

Señor Presidente Gustavo Petro la responsabilidad de su Gobierno del cambio es defender nuestros intereses y más cuando en campaña el magisterio estuvo con usted hasta llegar a la Casa de Nariño.