En el mundo hay alrededor de 2.200 millones de personas con deterioro en la visión, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El 50% de estos pacientes podrían haber prevenido los problemas en la vista si hubieran accedido a un tratamiento con tiempo y de forma eficiente.
De acuerdo con la OMS, actualmente 1.300 millones de personas viven con deficiencia visual, siendo los errores de refracción no corregidos y las cataratas avanzadas, las principales afecciones. La visión deficiente puede afectar a la calidad de vida de un adulto, generando pérdidas económicas, así como retrasos cognitivos en los niños.
La buena noticia es que la ciencia se ha encargado de desarrollar diferentes métodos para el tratamiento de los defectos visuales. Entre ellos, se encuentra el uso de lentes convencionales y de contacto, cirugía y las reconocidas gotas Crystalix.
¿Qué son las afecciones visuales?
Las afecciones visuales son una serie de patologías que provocan una visión alterada, que si no es tratada a tiempo, puede desencadenar en lesiones graves como la ceguera total. Algunas de las deficiencias visuales más frecuentes entre la población adulta son los errores refractivos y la disminución de la agudeza visual, como cataratas, el glaucoma o la neuritis óptica, entre otros.
Por su parte, entre algunos de los síntomas generalizados de una afección ocular se encuentra la visión doble y borrosa, dolores de cabeza, ardor y picazón en los ojos, resequedad y cambio en el color del iris. Además, las personas con una enfermedad visual pueden necesitar entrecerrar los ojos para ver con claridad.
Conviene señalar que, como sucede con otros problemas de salud, disfrutar de una buena visión dependerá de los cuidados preventivos. En otras palabras, las afecciones visuales se pueden prevenir o tratar a tiempo, siempre que la persona decida comenzar con su tratamiento de forma oportuna.
Principales tratamientos para los defectos de visión
Los tratamientos oculares pueden variar de acuerdo con la patología que haya afectado a la visión. Mientras un paciente con miopía y cataratas puede someterse a una cirugía, otras personas con astigmatismo solo podrían recurrir a las gafas.
A continuación se presentan algunos de los tratamientos y soluciones más eficaces para combatir los defectos de la visión.
Crystalix
Crystalix es un medicamento hecho a base de productos 100% naturales y considerado uno de los mejores tratamientos contra las afecciones visuales. Se trata de un conjunto de cápsulas que deben ser disueltas en agua para ser ingeridas por el paciente con el fin de recuperar la visión.
De acuerdo con datos expedidos por la marca, Crystalix tuvo una efectividad del 100% en más de 2.000 pacientes en Alemania, Rusia e Israel, por lo tanto, este medicamento a base de jengibre, moringa, zanahoria y luteína, tiene la capacidad de recuperar en un 70% los casos más graves de miopía y cataratas.
Cirugía
Para corregir los problemas de refracción ocular, como la miopía o la presbicia, algunos pacientes pueden optar por la cirugía con láser, mejor conocida como LASIK. Durante la intervención quirúrgica, los médicos se encargan de cortar y modificar la forma de la córnea, con la finalidad de mejorar la visión del paciente.
Por otro lado, existen cirugías como la de cataratas, donde los médicos se encargan de extraer el cristalino para reemplazarlo por una lente artificial. También se realizan operaciones para introducir lentes intraoculares, lo cual puede evitar que la persona utilice gafas o lentes de contacto.
Lentes de contacto y gafas convencionales
Utilizar lentes ayuda al paciente a tener una mejor calidad de vida y ver con mayor claridad el mundo. De este modo, los cristales de las gafas pueden variar según el tipo de afección que presente la persona, de forma que pueden ser bifocales, trifocales o progresivos; y en el caso de las lentillas, estas se clasifican en blandas, rígidas y de colores.
Como se puede ver, los mejores tratamientos para cuidar la visión son: la cirugía, las lentes de contacto o gafas convencionales, y las píldoras Crystalix. Sin embargo, es importante que el paciente consulte primero con el oftalmólogo de confianza sobre cuál puede ser el método más adecuado para su caso en particular.