Durante los últimos años, Colombia ha estado lidiando con grupos guerrilleros y paramilitares que operan en su territorio, siendo uno de los más prominentes el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Este grupo armado ha estado activo desde 1964 y ha sido responsable de numerosos actos violentos en todo el país, incluyendo secuestros, extorsiones y ataques a la infraestructura energética y petrolera.
En este contexto, las imágenes de los guerrilleros del ELN posando con niños y portando fusiles han generado indignación en la sociedad colombiana.
El uso de menores de edad en actos relacionados con grupos armados es una práctica repudiable y contraria a los derechos humanos, y puede poner en riesgo la integridad física y psicológica de los niños involucrados.
Además, el hecho de que estos guerrilleros hayan podido llegar sin problemas a la zona rural de Tibú y hacer un patrullaje en plena luz del día, vestidos con uniformes y portando armas, es preocupante y plantea interrogantes sobre la capacidad del Estado para garantizar la seguridad de sus ciudadanos.