La reciente crítica de Juan Manuel Galán hacia el gobierno de Gustavo Petro refleja su preocupación por el rumbo que ha tomado el país. Galán argumenta que el actual presidente ha fallado en sus promesas de reforma y ha profundizado la polarización en lugar de construir puentes entre diferentes sectores.
A diferencia de Petro, Galán defiende un enfoque basado en la ley y el orden, combinado con políticas sociales que aseguren igualdad de oportunidades. En su visión, la polarización no solo estanca el progreso, sino que también deslegitima las instituciones y frena el desarrollo. Galán aboga por una política que construya soluciones reales a través de un gobierno comprometido con la transparencia y la justicia, en lugar de perpetuar un ciclo de corrupción y desconfianza.
En cuanto al futuro político, Galán está enfocado en colaborar en la construcción de una propuesta política sólida, evitando la fragmentación que ha caracterizado al centro político. Su objetivo es consolidar un proyecto que responda a las necesidades de transformación del país, especialmente para los jóvenes que sienten haber sido traicionados por la administración actual.
Galán también subraya la importancia de fortalecer la justicia y el estado de derecho como bases para un gobierno legítimo. En contraste con el enfoque de Petro, que ha promovido una narrativa de enfrentamiento y desmantelamiento de instituciones, Galán promueve una agenda centrada en la estabilidad y el desarrollo inclusivo, vital para el futuro de Colombia.