¿Por qué Luz María Zapata no merece seguir al frente de Asocapitales? La Oposición que Alcanza Nuevas Cumbres

¿Por qué Luz María Zapata no merece seguir al frente de Asocapitales? La Oposición que Alcanza Nuevas Cumbres

La controversia en Asocapitales, la Asociación de Ciudades Capitales, está en su punto más álgido, y Luz María Zapata, reelegida para dirigir la organización hasta 2026, está en el centro de la tormenta. La disputa ha cobrado fuerza bajo el liderazgo de Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, quien, junto con otros mandatarios, busca removerla del cargo. La razón detrás de esta ofensiva no es solo política; se basa en la necesidad de un cambio de rumbo en la dirección de la asociación. Gutiérrez, respaldado por el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, y el de Bogotá, Carlos Fernando Galán, ha puesto en tela de juicio la capacidad de Zapata para liderar Asocapitales en un contexto que exige renovación y adaptación.

Los detractores de Zapata argumentan que su gestión, que comenzó en 2018 y fue ratificada en 2022, ha estado marcada por un estancamiento en la capacidad de la organización para influir y gestionar eficazmente los intereses de los municipios. Uno de los puntos de fricción es su estrecha relación con el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, lo que algunos alcaldes interpretan como un conflicto de interés que compromete la independencia y eficacia de su gestión. Además, el hecho de que Zapata esté a solo dos años de su pensión añade una capa de complicación: su estabilidad laboral reforzada podría impedir un cambio sin una costosa indemnización para la asociación.

La falta de transparencia en la administración de recursos y la gestión de los intereses municipales han sido otros puntos criticados. Asocapitales busca recuperar recursos significativos que la Federación Colombiana de Municipios ha estado cobrando, y algunos alcaldes creen que Zapata no ha avanzado lo suficiente en este crucial frente.
Mientras la pugna se despliega, la insistencia de Zapata en permanecer en su cargo a pesar de las crecientes críticas y la presión política se presenta como una resistencia que podría estar obstaculizando el progreso de la organización. La controversia sobre su permanencia refleja una lucha mayor por la eficacia y la renovación en la administración pública, y la presión sobre Zapata solo parece intensificarse.