«Pocho» era el rostro visible de una ola de violencia que cobró la vida de cerca de 100 personas.
La Comuna 13 de Medellín aún lleva las cicatrices de la violencia desatada entre 2018 y 2019, cuando la banda criminal «La Agonía», liderada por Paulo Andrés Gómez Torres, alias «Pocho», sembraba el terror en sus calles. La captura de este peligroso delincuente en marzo de 2019, producto de un operativo de gran envergadura, marcó un antes y un después en la lucha contra el crimen organizado en esta zona de la ciudad.
Lea también: Gobernador calificó como grave presunta alianza de comandante de policía La Ceja con el Clan del Golfo
«Pocho» era el rostro visible de una ola de violencia que cobró la vida de cerca de 100 personas. Su accionar criminal, caracterizado por enfrentamientos armados, extorsiones y reclutamiento forzado, generó un clima de terror que obligó a decenas de familias a abandonar sus hogares en busca de seguridad.
Entre las víctimas de «La Agonía» se encontraba el pequeño Juan José Pérez, de apenas 13 años, quien perdió la vida en un ataque con granada. Este trágico suceso conmocionó a la ciudad y puso de manifiesto la crueldad de esta banda criminal.
Más información: En la mira fletero que agarró del pelo a su víctima en Medellín
Sin embargo, la sombra de «Pocho» se extiende más allá de los homicidios y las extorsiones. Recientemente, la Fiscalía de Medellín le imputó el delito de homicidio agravado en calidad de determinador por el asesinato de la líder social Liliana Patricia Cataño Montoya, ocurrido en octubre de 2017.
Según las investigaciones, «Pocho» habría ordenado el asesinato de Cataño Montoya debido a una disputa por unos predios ubicados en la Comuna 13. La líder social, reconocida por su lucha en defensa de los derechos de los habitantes de la zona, fue atacada a pocos metros de su vivienda.
La captura de «Pocho» en marzo de 2019, aunque representó un duro golpe para «La Agonía», no logró erradicar por completo las actividades criminales de esta banda. Bajo las órdenes de su cabecilla, los integrantes de la estructura criminal se dedicaban a extorsionar a conductores de buses y alimentadores del Metro, generando un clima de zozobra y miedo entre la población.
La judicialización de este hombre fue un paso importante en la lucha contra la impunidad y la búsqueda de justicia para las víctimas de la violencia en la Comuna 13. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para garantizar la seguridad y la tranquilidad de los habitantes de esta zona.
Otro de los cabecilla de esta estructura criminal fue alias Diego “ Almuerzos”. En un operativo adelantado en Mayo del 2019 fue detenido este hombre identificado como Diego Alexánder Hernández.
Ese miércoles 22 de mayo, tras meses de seguimiento e inteligencia, cayó el hombre más buscado de la comuna 13, quien se escondía en una lujosa residencia del exclusivo barrio Simón Bolívar, en La América.
El cerco policial se estrechó alrededor de la vivienda de estrato cinco, donde «Diego Almuerzo» disfrutaba de los frutos de sus crímenes. Al percatarse de la presencia de los uniformados, intentó escapar por los techos de las casas vecinas, pero la rápida reacción de las fuerzas del orden frustró su intento de fuga.
Alias «Diego Almuerzo» era el cerebro detrás de una ola de violencia que azotaba las comunas 11, 12 y 13 de Medellín. Su organización criminal se enfrentaba a muerte con otras bandas por el control del lucrativo negocio del narcotráfico y la extorsión.
El apodo de «Diego Almuerzo» tiene un origen curioso. Según las autoridades, su madre vendía almuerzos para sostener a su familia, pero su hijo mayor eligió un camino muy diferente. Con el tiempo, se convirtió en uno de los delincuentes más buscados de Medellín, sembrando el terror en la comuna 13 y sus alrededores.